El marketing olfativo ha pasado de ser tendencia a una opción asentada dentro de las marcas.
Nuestra nariz se convierte en una oportunidad para captar al consumidor aumentando el recuerdo de un producto o marca por más tiempo, además de incrementar las ventas de los productos hasta un 30%.
Seguro que alguna vez te ha pasado con el olor a palomitas que hay en las salas de cine, pero quizá no la última vez que fuiste. Según un estudio sobre los sentidos en el ser humano realizado por la universidad de Rockefeller (Nueva York), los seres humanos recuerdan tan solo el 5% de lo que ven, el 2% de lo que oyen y el 1% de lo que tocan. Sin embargo, el 35% de lo que se huele se queda en el recuerdo.
En tiempos tan exigentes como los actuales, uno de los principales desafíos para las marcas es crear y mantener relevancia. La clave para lograrla “exige comprender cómo conducir el cambio mediante la innovación transformadora, capaz de mantener la relevancia y de crear energía y visibilidad”, explica Roberto Álvarez del Blanco, experto en marketing y estrategia de marca.